La financiación siempre ha sido un reto para las startups de ciencias de la vida. Cada tipo de financiación tiene una variedad de dependencias y la mezcla puede variar de una organización a otra, dependiendo del nivel de concesiones que están dispuestos a hacer. Las nuevas empresas de ciencias de la vida han dependido tradicionalmente de las subvenciones para la fase inicial de financiación. Las subvenciones se conceden a las empresas pequeñas o medianas sin que se les exija un reembolso ni que cedan el control. El inconveniente de las subvenciones es que llevan mucho tiempo y son difíciles de conseguir.
Las organizaciones de ciencias de la vida que quieren crecer rápidamente suelen recurrir a la inversión externa, a través de inversores ángeles o empresas de capital riesgo (VC). Las inversiones de los ángeles suelen ser inversiones de personas adineradas y, al igual que las subvenciones, no exigen que la organización devuelva nada. En cambio, las transacciones se basan en un intercambio de financiación por capital. Las organizaciones que desean utilizar la inversión ángel para un rápido crecimiento deben lidiar con la consiguiente pérdida de control, ya que estos inversores ángeles ahora poseen una participación en la empresa.
Con el capital riesgo, al igual que con la inversión ángel, hay un intercambio de fondos por capital, pero estas empresas ofrecen una importante experiencia y orientación que no proporcionan los inversores ángeles. El capital se inyecta en varias etapas del crecimiento de la organización. La inversión de capital riesgo ha sido amplia en el ámbito de las ciencias de la vida desde 2013, con un recuento de acuerdos que se eleva a cientos en 2019. Desafortunadamente, con las interrupciones en 2020, los acuerdos de VC han disminuido aproximadamente un 16%, lo que hace que la financiación sea más difícil.
Las organizaciones que buscan crecer rápidamente suelen recurrir a las adquisiciones y las alianzas estratégicas para compensar las carencias en materia de innovación, instalaciones y capacidades de fabricación. Para las organizaciones que buscan crecer rápidamente, la adquisición se ha vuelto muy atractiva. Las empresas de ciencias de la vida que buscan productos complementarios o entrar en nuevos mercados exploran las fusiones y adquisiciones para ampliar su presencia. La industria de las ciencias de la vida también ha experimentado un aumento de las alianzas estratégicas para ayudar a la rápida escalabilidad sin la necesidad de una gran inversión. Estas alianzas estratégicas permiten que ambas organizaciones se beneficien de la relación, por lo que es un escenario viable para muchas empresas en crecimiento.
La tecnología también puede promover un rápido crecimiento. La tecnología ha permitido a muchas organizaciones operar a escala global sin importar su tamaño. La nube ha dado a las organizaciones la capacidad de compartir datos en tiempo real, permitiendo una mejor toma de decisiones. La informatización en la nube ha ayudado a los líderes a colaborar entre las distintas alianzas estratégicas en juego. La tecnología permite a las organizaciones integrar rápidamente las adquisiciones, compartiendo datos y reforzando la ventaja competitiva conseguida con la adquisición. Las tecnologías emergentes, como la IA, el aprendizaje automático y la automatización de procesos robóticos, han dado a las organizaciones la capacidad de impulsar el cambio en cada etapa de la fabricación y la cadena de suministro.
No todas las organizaciones de ciencias de la vida han encontrado el oro al final del arco iris. Crecer demasiado deprisa ha provocado que muchas empresas de ciencias de la vida sean ineficaces en sus operaciones y no puedan mantenerlas. A menudo, el deseo de crecer enturbia la visión de una organización de todas las partes móviles necesarias que deben cambiar. Esta falta de visión conduce a ineficiencias operativas como una formación insuficiente, una incapacidad para fabricar o entregar de forma eficiente y un mal servicio al cliente. Las organizaciones a menudo descubren que sus procesos existentes son inadecuados para cumplir la trayectoria actual, lo que lleva a un control inadecuado de los presupuestos, la cadena de suministro, la fabricación, el inventario, el marketing y las ventas.
Con esta fórmula en mente, las organizaciones de ciencias de la vida pueden evitar los numerosos riesgos del crecimiento rápido. La vigilancia y la planificación continuas son imprescindibles. Las organizaciones deben mirar más allá de sus éxitos actuales y centrarse en la capacidad de mantener el crecimiento sin perjudicar a la organización existente o a sus clientes.
Nota sobre el Autor:
Bart Reitter
Bart es un veterano con 20 años de experiencia en la industria del software empresarial, con una profunda experiencia y conocimientos en Ciencias de la Vida. Es responsable de la definición de la estrategia global de QAD en el ámbito de las ciencias de la vida y del posicionamiento y los mensajes de las soluciones.